Los que aman
mucho se ponen tristes, tremendamente, realmente tristes.
Comprenden y
buscan quererse sumergidos en esa tristeza de no poder hacer más que amarse.
Cuando se
abrazan se quiebran, se rompen los brazos.
Caminan por
los tejados como cuadrúpedos, son el animal nocturno sin casa y cualquier beso
en ellos es guarida.
Son
tremendamente tristes, y descarados.
Saben de
besos entre las piernas y caricias que retuercen en el alma.
Conocen la
distancia entre unos senos y las medidas de una lengua sobre los pies.
Se asesinan,
en tristezas, en cualquier rabia, en abrazos, con solo el amor noble que pueden
tener los que aman.
Son
serpiente y veneno, no conocen del tiempo, lo destruyen, están ciegos,
son felices
por todos lados y mientras padecen del amor, su piel es dulce arequipe.
Aman aquí,
allá, enfermos, aman a todas horas.
No
comprenden de morir y se mueren, una y otra vez se mueren y nacen de nuevo.
Y de pronto,
si tienen suerte, se olvidan.
Algunas
noches entre sueños, que no comprenden,
se reencuentran, y gimen y celebran el amor.
Es su victoria, la de
los tristes y felices, los que han amado..Salazar, Pavel Stev
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